Todos tenemos la capacidad innata para ayunar
Todos tenemos la capacidad innata para poder ayunar. Absolutamente. Interesarse (y preocuparse) por la propia salud, es un tema universal, que va aumentando en paralelo al paso de los años. Es volver a lo sencillo y natural.
Es cuando tomamos cada vez mayor conciencia de la finitud de la vida, debido a los obstáculos y devenires que vamos superando, que aparece sin duda, la necesidad de ocuparnos de nosotros mismos y de nuestro bienestar.
Vivimos rodeados por un exceso de información, que a veces, lejos de resultar útil, nos confunde hasta llegar al punto de no saber a quién creer, qué sistema utilizar cuál es la tendencia más novedosa, para esto o aquello cuando nos enfrentamos a la gran cuestión… «qué es realmente bueno para nuestra salud», y aún más allá, ¿qué podemos hacer para vivir más y mejor?
Justamente por eso, las respuestas a esta pregunta son numerosas y dispares, en consonancia con la amplitud de un mercado comercial gigantesco. Básicamente, porque en la sociedad en que vivimos, siempre hay algo que vender y parece que de todo hay que sacar beneficios.
«qué es realmente bueno para nuestra salud», y aún más allá, ¿qué podemos hacer para vivir más y mejor?
Entonces, ¿Cómo nos orientamos? ¿Qué es lo que debemos comer y beber?,o, ¿Qué suplementos vitamínicos pueden aumentar nuestras posibilidades de vivir con buena salud física y mental el mayor tiempo posible?
A menudo, todo es más simple de lo que parece y suele estar en cambiar el paradigma aumentando o virando nuestro campo de visión, y sobre todo, volviendo a lo sencillo y natural. En vez de buscar el secreto del elixir de la juventud que nos asegure fuerza, dinamismo y salud añadiendo a nuestros hábitos alimentarios o cosméticos más y más productos, quizá es mucho más interesante quitar, restar, reducir.
Menos es más, casi siempre. Así que, disminuir nuestra ingesta de alimentos temporalmente, resulta ser una de las mejores soluciones para obtener el resultado que buscamos. En definitiva, ayunar, es asegurarse una larga vida en las mejores condiciones.
¿Qué es realmente ayunar?
Es en esencia abstenerse de alimentos durante un período de tiempo. A pesar de sus beneficios, muchas personas dudan en probar el ayuno, pensando que es difícil o incluso imposible de hacer, porque no van a tener energía suficiente para afrontar su día a día, o incluso porque puede ser algo peligroso para la salud. En definitiva, ayunar, es asegurarse una larga vida en las mejores condiciones.
La verdad es que el ayuno es una habilidad natural que todas las personas tienen y, con un poco de preparación y conocimiento, todos podemos vivir un proceso de ayuno con éxito. Eso sí, siempre que esté correctamente supervisado.
Es importante entender que el ayuno es algo normal en la historia y biología humanas. Nuestros antepasados tenían que ayunar regularmente debido a la falta de alimentos. Además, el cuerpo humano se ha adaptado al ayuno desarrollando un sistema para alternar entre el uso de glucosa y cetonas como fuente de energía durante los momentos de escasez de alimentos.
La experiencia nos ha enseñado que la mejor manera de mantenernos sanos es no «dañarnos» con nuestro estilo de vida
Parar la maquinaria
La experiencia nos ha enseñado que la mejor manera de mantenernos sanos es no «dañarnos» con nuestro estilo de vida. Y casi nadie discute hoy en día que el abuso de alimentos, azúcares y grasas malas es devastador, así como el consumo de alcohol o tabaco.
Al someter a nuestro cuerpo a una continua actividad sin cesar y en bucle, no se permite dar un respiro jamás a la maquinaria, y esta empieza a “protestar” en forma de enfermedades o disfunciones varias, que nos provocan malestar o incluso algo más grave.
Además, si estamos informados, sabemos que la composición en general de los alimentos que consumimos puede ser bastante dudosa, vivimos rodeados de contaminantes en todos sus formatos, y ¿seguimos creyendo que una limpieza general interna, no debe ser necesaria?
La mayoría de especies de la naturaleza recurren al ayuno, como método de regeneración, cura y revitalización. Sin ir más lejos, la mayoría de animales mamíferos “saben” los beneficios de no comer, de forma elegida y natural durante un periodo de tiempo limitado.
Básicamente cualquier actividad viva requiere fases de reposo: entonces, ¿por qué nuestro organismo y sistema digestivo debe ser la excepción a esta regla?
¿Cómo iniciamos un ayuno?
Como es un método natural, es en realidad muy sencillo. Cada vez son más conocidas sus cualidades para prevenir y tratar muchas enfermedades. Existen multitud de estudios que lo validan con resultados indiscutibles y en los últimos años, afortunadamente ya se ha visto un interés en aumento tanto por él público en general, así como por los científicos y médicos de diferentes disciplinas.
Para obtener buenos resultados, es crucial preparar tu cuerpo y mente antes de comenzar un ayuno. Si eres nuevo en el ayuno, es una buena idea comenzar con un ayuno más corto, como saltarse el desayuno o no comer después de la cena. Esto permitirá que tu cuerpo se adapte a la sensación de hambre y facilitará completar un ayuno más largo en el futuro.
Nuestro organismo conoce perfectamente el proceso de adaptación que debe seguir. Forma parte de nuestra genética desde hace millones de años. Es por eso, que todo encaja de forma natural. Además, lo importante es entender qué pasa cuando dejamos de comer.
Durante las primeras treinta horas, el cuerpo humano funciona con las reservas disponibles de glucosa, que es lo que nos permite continuar con nuestra actividad normal sin tener que estar comiendo todo el rato. Después, cuando las reservas de glucosa se agotan de forma gradual, tiene lugar un doble cambio metabólico. Por un lado, la neoglucogénesis, que produce azúcar a partir de las proteínas, y por otro, la lipólisis, la degradación de las grasas que constituyen nuestras reservas a más largo plazo.
Son éstas últimas las que casi nunca llegamos a utilizar si seguimos comiendo normalmente, porque la mayoría de nosotros, nos alimentamos de dos o tres veces al día. Siempre, desde que nacemos.
Es por eso, que cuando ayunamos durante un tiempo más prolongado, el cuerpo humano dará prioridad a la utilización de las grasas y el consumo de proteínas se realiza esencialmente a expensas de la masa muscular, y el corazón es un músculo. Al convertir la grasa corporal en cuerpos cetónicos, el metabolismo aprovecha de forma natural una fuente de energía que se convierte rápidamente en predominante mientras no se produzca un aporte energético externo, o sea, mientras ayunamos.
¿Cuánto puede durar un ayuno?
En un adulto sano sin exceso de peso, unos treinta días, siendo de una duración mayor en el caso de las personas con un elevado contenido de grasa corporal. Es tras este periodo, cuando según varios estudios, la neoglucogénesis cobrará mayor importancia, provocando una alerta metabólica máxima que obligará a reanudar la ingesta de alimentos. Si no es así, es cuando puede producirse agotamiento, incluso muerte.
El ayuno estándar adecuado y accesible a prácticamente todo el mundo, es de 7 días. Dicho esto, obviamente, hay muchos tipos diferentes de ayuno que puedes probar, según tus objetivos y estilo de vida. Si eres nuevo en el tema, un ayuno intermitente, donde limitas tu alimentación a una cierta ventana de tiempo cada día, es un método popular que puede ser relativamente fácil de incorporar a tu rutina. Otros tipos de ayuno incluyen el ayuno día por medio, donde ayunas día sí y día no, y el ayuno prolongado, donde te abstienes de comer por más de 24 horas.
«el ayuno prolongado, donde te abstienes de comer por más de 24 horas.»
¿Qué beneficios puedes esperar del ayuno?
El ayuno terapéutico, practicado e incluso prescrito por los médicos de algunos países desde hace más de un siglo, y reevaluado constantemente por equipos científicos internacionales, puede utilizarse para tratar enfermedades tan diversas como la hipertensión arterial, el asma, la diabetes, las enfermedades desmielinizantes, enfermedades inflamatorias crónicas, digestivas y articulares.
Renombrados trabajos científicos realizados con animales, por ejemplo como los de Valter Longo han demostrado sin lugar a dudas que la restricción dietética tiene un beneficio real para lograr una longevidad saludable, e incluso ha formado parte de casos de éxito en el apoyo de tratamientos oncológicos.
Afortunadamente son cada vez más los pacientes, que bajo supervisión médica, han constatado un cambio a mejor incluso remisión de enfermedades que eran consideradas incurables.
Además de los beneficios físicos del ayuno, como una mejor sensibilidad a la insulina y pérdida de peso sobrante sin efecto rebote si se mantienen buenos hábitos posteriormente.
Muchas personas también encuentran que el ayuno puede ayudarles a lograr una mayor claridad mental y concentración al optimizar la energía que el cuerpo normalmente usa de continuo durante el día para las diferentes digestiones. El ayuno además, ha sido utilizado durante siglos como una forma de mejorar las prácticas espirituales, y muchas personas encuentran que les ayuda a conectarse con su yo interno y aumentar su conciencia y percepción.
En conclusión, ayunar es una habilidad natural que todas las personas tienen. Con un poco de preparación y conocimiento, cualquiera puede hacerlo con éxito y aprovechar los muchos beneficios que ofrece. Ya sea que estés buscando mejorar tu salud regenerando tu organismo, mejorar tu práctica espiritual o simplemente desafiarte a ti mismo, el ayuno es una herramienta valiosa que puede ayudarte a alcanzar tus objetivos. Y lo cierto es que, si lo pruebas, repetirás.
«ayunar es una habilidad natural que todas las personas tienen.»
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