Si el cuerpo se compone en un 65-75% de agua, ¿por qué nos preocupamos más por comer bien en lugar de beber correctamente? Jesús Domínguez, director técnico de los retiros de MiAyuno.es nos da la respuesta para alcanzar nuestro máximo bienestar físico y emocional.
Barcelona, 11 de marzo de 2021.- Sentirnos bien por fuera y por dentro, fuertes y saludables, nos ayuda a conseguir nuestro bienestar físico y emocional. Y para lograrlo, uno de los aspectos en los que solemos focalizar nuestra atención es en la alimentación.
Sin embargo, mientras nos preocupamos en exceso por saber comer bien y conocer aquellos alimentos que vamos a ingerir, le estamos prestando poca atención a otras cuestiones como respirar bien, termo regular de forma adecuada, dormir bien, y, sobre todo, saber beber correctamente.
Por ello, Jesús Domínguez, director técnico de los retiros de MiAyuno.es, insiste en que hidratarnos correctamente es clave para lograr ese bienestar. Pero qué significa beber adecuadamente, ¿depende de la cantidad de agua que bebemos o es en función de su calidad?
Para dar respuesta a esta cuestión, desde Miayuno facilitan algunos factores a tener en cuenta:
- El cuerpo humano está formado aproximadamente por un 78% de agua. En una persona de 70Kg unos 45 kg son agua.
- La ingesta de agua en una jornada no es solo la consecuencia del agua que bebemos ya que también ingerimos agua con los alimentos que comemos especialmente vegetales crudos y cocinados.
Y es que, cuando por diferentes motivos el organismo tiene dificultad para eliminar estas toxinas tiende a retener líquido para “diluirlas” para que estas toxinas ácidas irriten menos las paredes celulares. “Esta retención de líquido puede suponer un aumento de peso notable. De hecho, cuando una persona se inicia en un ayuno o realiza cambios nutricionales en la dirección de bajar la carga tóxica de sus dietas (comer más alimentos de origen vegetal y/o biológico, o simplemente comer menos) lo que experimenta los primeros días es una pérdida rápida de peso”, añaden desde MiAyuno.es.
Por todo ello, el agua es un elemento indispensable para la vida.
Equilibrio electrolítico. La clave
Por todo ello, desde MiAyuno afirman que nos engordamos más debido a nuestra forma de beber, es decir, por nuestro nivel de hidratación (equilibrio electrolítico) que por nuestra forma de comer. “Aunque es cierto que nos engordamos más en función de nuestra forma de beber, también lo es que nuestra manera de comer puede estar condicionada por nuestra mejor o peor hidratación. En ocasiones, tenemos sensación de hambre cuando realmente lo que tenemos es sed. Y es que, en algunas personas la sensación de sed no aparece porque se han acostumbrado a no hacer caso a esta sensación (no tengo tiempo para beber). En este momento, el cerebro activa la sensación de hambre, pero de hambre de dulce. De hecho, en nuestro libro explicamos cómo el cuerpo transforma las moléculas de glucosa C6H12O6 en H2O y CO2, por lo que estas personas sienten la necesidad imperiosa de comer dulce en lugar de tener sensación de sed”, añade Domínguez.
¿Qué podemos hacer para mantenernos bien hidratados?
La respuesta es beber agua con electrolitos en caso de que ya se experimenten síntomas de deshidratación o de mal equilibrio electrolítico como: cansancio, problemas de memoria o concentración, calambres musculares, irritabilidad, dolores articulares y musculares, problemas digestivos, osteoporosis, piel seca y caída de cabello.
Desde los retiros de Miayuno.es aconsejan beber suficiente agua con electrolitos y comer suficiente fruta y verduras para mantener un nivel óptimo de hidratación. Y, en aquellos casos en los que ya se manifiesten síntomas durante algunas semanas, aumentar la ingesta de sales minerales (que se convierten en electrolitos en nuestro cuerpo). Existen un gran número de opciones en el mercado, sin embargo, la más económica es el bicarbonato sódico o de potasio. (Las personas con hipertensión o insuficiencia renal necesitaran un control médico si desean alargar la experiencia).
Cómo preparar agua con bicarbonato en casa:
1 litro de agua, 1 cuchara de café de bicarbonato, media cuchara de sal marina, 1 cuchara de miel, 1 zumo de un limón. Mezclar y beber durante el día en lugar del agua habitual. Para llevar a cabo un programa de ayuno físico y emocional, junto a Damien Carbonnier colaboran varios profesionales del sector entre los que se encuentran Jesús Domínguez, Fisioterapeuta, Osteópata, Graduado en Medicina Tradicional China y Naturópata, y Máster en Fisiología Humana por la Universitat de Barcelona. Experto en el Análisis Mineral del Cabello o mineralograma., Enric Font fisioterapeuta, Montse Falco, Pediatra y Cardióloga (medico), en total un equipo de 14 personas