Ayunar es un poderoso antidepresivo
Así de repente te puede sonar sorprendente, pero el ayuno tiene muchos efectos positivos en el organismo y está comprobado que también puede ayudar a reducir los síntomas y los efectos colaterales de la depresión.
La depresión, es un trastorno neuropsiquiátrico que hoy en día afecta a un número cada vez más creciente de la población en todo el mundo y las circunstancias de los últimos dos años ciertamente han empeorado este panorama.
Frente a los tratamientos con psicofármacos, terapias y como método de apoyo a menudo de forma paralela, la idea de que el ayuno puede ayudar a luchar contra la depresión está probada por varios estudios científicos.
«La clave está en el aparato digestivo. Es el gran eje de nuestro sistema inmunitario y centro nutritivo tanto metabólico como emocional.»
La clave está en el aparato digestivo. Es el gran eje de nuestro sistema inmunitario y centro nutritivo tanto metabólico como emocional. Las neuronas del intestino producen las mismas moléculas neuroquímicas, que son cruciales para la función cognitiva, la memoria, el ánimo y el bienestar.
Y por tanto, los científicos han descubierto que la flora intestinal tiene un impacto significativo en el estado de ánimo. Así que, una dieta saludable y la restricción calórica que se produce durante el ayuno, puede prevenir las afecciones psicológicas y ayudar a aliviar algunos síntomas relacionados con el estado de ánimo, así como los desajustes hormonales y emocionales, como la depresión, sobre todo de carácter leve.
Sin duda, te interesará saber más, porque aligerar tanto los síntomas de esta dolencia cómo ayudar a mejorar los efectos secundarios de los tratamientos habituales, es posible y es sobre todo, una gran noticia.
¿Qué es el cerebro intestinal?
La ciencia está en constante evolución, por suerte, y de hecho, este es un concepto que procede de una rama nueva, la neurogastroenterología, cuando tras muchos estudios realizados en las últimas décadas, hace aproximadamente doce años, se confirmó que entre dos láminas de un músculo del intestino hay una red extensa de neuronas idénticas a las existentes en el cerebro superior, en su forma y estructura.
Se descubrió también que el 90% de nuestra serotonina corporal, la principal hormona que tiene que ver con nuestra felicidad, se produce y se almacena en el intestino. Y es por eso que la serotonina del sistema digestivo participa en nuestros movimientos musculares, en los procesos digestivos y además está directamente relacionada con nuestras emociones, incidiendo en nuestras intuiciones y percepciones.
Eso mismo te llevará a entender que cuando se relaciona el hecho de tener bajos niveles de serotonina con la aparición de bajos estados de ánimo, y hasta con depresión, no tiene nada de casualidad.
Para comprenderlo mejor, hay que saber que nuestro intestino contiene más de cien millones de neuronas, y una de sus funciones es justamente producir ese 90% de la serotonina total producida en nuestro cuerpo, si, de nuevo, la serotonina, este gran neurotransmisor del bienestar.
Si has realizado un ayuno o una depuración digestiva o conoces a alguien que lo ha hecho, al contrario de lo que se puede pensar a priori que dejar de comer te puede poner de mal humor o provocar ansiedad, se suele acabar este tipo de procesos con una sensación de serenidad, plenitud y sentir más energía, dormir mejor y estar más positivo, por tanto la mejora en el estado de ánimo es exponencial.
En este mundo que vivimos donde las prisas imperan, la presión que sentimos ante todo, es normal que el estrés y los malos hábitos alimenticios acaben afectando a todas las parcelas de nuestro día a día, e impacten en nuestro estado de ánimo. Parar y limpiar nuestro intestino ayunando, nos ayuda a recuperar el equilibrio interno y a hacer un reset.
«hay que saber que nuestro intestino contiene más de cien millones de neuronas, y una de sus funciones es justamente producir ese 90% de la serotonina»
Ayuno, cerebro y depresión
Es de sobra conocido que nuestro estado de ánimo revierte a menudo en qué y cómo comemos. Si estamos nerviosos o ansiosos, hay mucha gente que se refugia en la comida o le apetecen ciertas cosas que le “llenen” ese vacío que siente, ya sea momentáneo o persistente. Se le llama hambre emocional y es un desequilibrio como otro.
Es por eso, que la depresión y la obesidad comparten irregularidades en producción y funcionamiento de neurotransmisores y hormonas relacionadas que afectan el comportamiento del HPA, eje hipotálamo-pituitario-adrenal.
Esta conexión entre el cerebro y las hormonas controla muchas funciones del organismo, incluyendo el trabajo del sistema gastrointestinal, por eso asociamos desequilibrios psicológicos como la depresión con sentimientos físicos y la creencia en la persona de que necesita consumir ciertos alimentos para “sentirse mejor”.
Ante todo esto, dejar de comer de forma controlada y supervisada, es una de las maneras de lograr restablecer ese equilibrio perdido y volver a tomar conciencia de las necesidades reales de nutrición y por tanto, apaciguar ese estado de ánimo alterado.
Ventajas psicológicas de un retiro de ayuno
Ya hemos visto los efectos por los cuales ayunar y la limpieza de nuestro aparato digestivo es clave para fomentar la mejora de la actividad cerebral en varios aspectos, incluyendo la disminución de las tendencias depresivas.
Ahora, a nivel práctico, te contamos más beneficios mentales concretos que se pueden sentir al realizar un retiro de ayuno supervisado, como complemento ideal de tratamientos y terapias específicas en personas deprimidas.
Ayunar para desconectar de esa espiral llamada rutina
Las prisas, la exigencia a la que nos sentimos sometidos, son un factor añadido de tensión, de sentimientos negativos y de sensación de culpa por la incapacidad de encajar en esa rueda que gira sin cesar, sobre todo cuando uno no se encuentra bien. A las personas con depresión les sucede y seguir en esa espiral de malestar sin freno, puede ser un auténtico suplicio.
«es lo que un retiro de ayuno puede aportar, porque primero de todo, te fuerza a desconectar de tu rutina, si o si.»
Poder parar de esa presión y encontrar un momento para uno mismo, es lo que un retiro de ayuno puede aportar, porque primero de todo, te fuerza a desconectar de tu rutina, si o si.
Ayunar para relajarse y redirigir la energía con el ayuno
Una vez que se para, hay que relajarse. Es un proceso que cada persona vive de manera distinta, pero el ayuno desencadena esta respuesta natural al estrés en el cuerpo, al igual que lo hace el ejercicio.
Además, lo que sí es cierto y común a todos es que dejar de comer durante un tiempo limitado permite a nuestro cuerpo tener más energía para alimentar a nuestra mente, ya que no gasta energía en la digestión.
Es por eso que durante un buen retiro de ayuno controlado, es muy importante combinar el acompañamiento psicológico con actividades que favorezcan la liberación de estrés y fomentan el relax, como el yoga o el senderismo y eso contra la depresión, también ayuda.
Ayunar es volver a conectar y mirar hacia dentro
Cuando se para y logramos relajarnos, el ayuno lleva sin duda a reencontrarse. Desacelerar el ritmo de nuestra rutina nos regala más tiempo para reflexionar, pensar, dormir, leer, escribir etc…en definitiva, poner foco en nosotros mismos y disfrutar del privilegio de tener tiempo para observarnos con tranquilidad y paz interior.
Es por eso que también es vital que el entorno donde hacer un retiro de ayuno permita el silencio, la desconexión y el contacto con la naturaleza. Eso mismo, en casos de depresión está comprobado que ese espacio de conexión con la naturaleza provoca mejoras en los niveles de serotonina y bienestar.
El ayuno mejora la claridad mental
Se ha relacionado en numerosos estudios científicos la relación del ayuno con “un mayor nivel de vigilancia”, y es que además de mejorar el estado de ánimo, también se logra una mejora evidente de la claridad mental. En el libro de Mi Ayuno también encontrarás información más detallada al respecto.
El ayuno fomenta la utilización de cetonas como combustible en el cerebro. El metabolismo de las cetonas produce muchos menos radicales libres, o especies de oxígeno reactivo, las cuales al acumularse dañan el funcionamiento de las células, en este caso las neuronas.
Así que con menos daño celular, la energía a disposición del cerebro durante el ayuno una vez pasados de 3 a 4 días, es mayor de la que dispone habitualmente. Y, por tanto, un cerebro con más energía es un cerebro más eficiente, y un cerebro más eficiente encuentra con mayor facilidad soluciones a posibles problemas a los cuales se enfrenta una persona.
Ralentizar el envejecimiento del cerebro ayunando
Como adultos todavía podemos regenerarnos y generar nuevas células cerebrales, y el ayuno es motor de fuerza para lograrlo, debido a la autofagia y a la creación de cuerpos cetogénicos, es posible que nuestro cuerpo pueda crear células nuevas eficientes que destruyan las viejas ineficientes.
Y hay que recordar que la claridad mental y el funcionamiento activo del cerebro, combaten la depresión.
un buen ayuno supervisado afecta de manera positiva a nuestro sistema digestivo “el segundo cerebro”, elemento vital para fomentar tanto los niveles de producción de serotonina
Aumentar con el ayuno los niveles del Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (FNDC)
El Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro es una proteína crucial para las habilidades cognitivas. Su deficiencia está asociada con muchas formas de desórdenes mentales, y el aumento en su producción por el contrario se relaciona con mucho mejor funcionamiento cerebral, incluyendo reducción de la depresión.
Estos niveles también aumentan con el ejercicio, por eso decimos siempre que es muy importante que el ayuno vaya siempre acompañado de actividad física, porque mejora el rendimiento aeróbico muscular, favoreciendo una mejor oxigenación de los tejidos y ayudando a las fibras musculares a producir más energía, mejorando el estado de ánimo en general.
Echa un vistazo a este interesante artículo sobre el ayuno estratégico, o sea, hacer deporte en ayunas y sus enormes beneficios Es por todas estas razones de peso que el ayuno puede ser hoy en día un gran apoyo para todo tipo de tratamientos contra la depresión, sobre todo la de carácter leve.
Porque un buen ayuno supervisado afecta de manera positiva a nuestro sistema digestivo “el segundo cerebro”, elemento vital para fomentar tanto los niveles de producción de serotonina que nos permitirá aumentar nuestro bienestar y equilibrio interior, así como paliar los efectos secundarios de los tratamientos habituales contra la depresión y mejorar sus síntomas.
Si eres de las personas que están en constante búsqueda de respuestas para mejorar física y mentalmente, quizás te interese recibir en tu e-mail nuevas propuestas saludables:
Ayunar es un poderoso antidepresivo.
Así de repente te puede sonar sorprendente, pero el ayuno tiene muchos efectos positivos en el organismo y está comprobado que también puede ayudar a reducir los síntomas y los efectos colaterales de la depresión.
La depresión, es un trastorno neuropsiquiátrico que hoy en día afecta a un número cada vez más creciente de la población en todo el mundo y las circunstancias de los últimos dos años ciertamente han empeorado este panorama.
Frente a los tratamientos con psicofármacos, terapias y como método de apoyo a menudo de forma paralela, la idea de que el ayuno puede ayudar a luchar contra la depresión está probada por varios estudios científicos.
La clave está en el aparato digestivo. Es el gran eje de nuestro sistema inmunitario y centro nutritivo tanto metabólico como emocional. Las neuronas del intestino producen las mismas moléculas neuroquímicas, que son cruciales para la función cognitiva, la memoria, el ánimo y el bienestar.
Y por tanto, los científicos han descubierto que la flora intestinal tiene un impacto significativo en el estado de ánimo. Así que, una dieta saludable y la restricción calórica que se produce durante el ayuno, puede prevenir las afecciones psicológicas y ayudar a aliviar algunos síntomas relacionados con el estado de ánimo, así como los desajustes hormonales y emocionales, como la depresión, sobre todo de carácter leve.
Sin duda, te interesará saber más, porque aligerar tanto los síntomas de esta dolencia cómo ayudar a mejorar los efectos secundarios de los tratamientos habituales, es posible y es sobre todo, una gran noticia.
¿Qué es el cerebro intestinal?
La ciencia está en constante evolución, por suerte, y de hecho, este es un concepto que procede de una rama nueva, la neurogastroenterología, cuando tras muchos estudios realizados en las últimas décadas, hace aproximadamente doce años, se confirmó que entre dos láminas de un músculo del intestino hay una red extensa de neuronas idénticas a las existentes en el cerebro superior, en su forma y estructura.
Se descubrió también que el 90% de nuestra serotonina corporal, la principal hormona que tiene que ver con nuestra felicidad, se produce y se almacena en el intestino. Y es por eso que la serotonina del sistema digestivo participa en nuestros movimientos musculares, en los procesos digestivos y además está directamente relacionada con nuestras emociones, incidiendo en nuestras intuiciones y percepciones.
Eso mismo te llevará a entender que cuando se relaciona el hecho de tener bajos niveles de serotonina con la aparición de bajos estados de ánimo, y hasta con depresión, no tiene nada de casualidad.
Para comprenderlo mejor, hay que saber que nuestro intestino contiene más de cien millones de neuronas, y una de sus funciones es justamente producir ese 90% de la serotonina total producida en nuestro cuerpo, si, de nuevo, la serotonina, este gran neurotransmisor del bienestar.
Si has realizado un ayuno o una depuración digestiva o conoces a alguien que lo ha hecho, al contrario de lo que se puede pensar a priori que dejar de comer te puede poner de mal humor o provocar ansiedad, se suele acabar este tipo de procesos con una sensación de serenidad, plenitud y sentir más energía, dormir mejor y estar más positivo, por tanto la mejora en el estado de ánimo es exponencial.
En este mundo que vivimos donde las prisas imperan, la presión que sentimos ante todo, es normal que el estrés y los malos hábitos alimenticios acaben afectando a todas las parcelas de nuestro día a día, e impacten en nuestro estado de ánimo. Parar y limpiar nuestro intestino ayunando, nos ayuda a recuperar el equilibrio interno y a hacer un reset.
Ayuno, cerebro y depresión
Es de sobra conocido que nuestro estado de ánimo revierte a menudo en qué y cómo comemos. Si estamos nerviosos o ansiosos, hay mucha gente que se refugia en la comida o le apetecen ciertas cosas que le “llenen” ese vacío que siente, ya sea momentáneo o persistente. Se le llama hambre emocional y es un desequilibrio como otro.
Es por eso, que la depresión y la obesidad comparten irregularidades en producción y funcionamiento de neurotransmisores y hormonas relacionadas que afectan el comportamiento del HPA, eje hipotálamo-pituitario-adrenal.
Esta conexión entre el cerebro y las hormonas controla muchas funciones del organismo, incluyendo el trabajo del sistema gastrointestinal, por eso asociamos desequilibrios psicológicos como la depresión con sentimientos físicos y la creencia en la persona de que necesita consumir ciertos alimentos para “sentirse mejor”.
Ante todo esto, dejar de comer de forma controlada y supervisada, es una de las maneras de lograr restablecer ese equilibrio perdido y volver a tomar conciencia de las necesidades reales de nutrición y por tanto, apaciguar ese estado de ánimo alterado.
Ventajas psicológicas de un retiro de ayuno
Ya hemos visto los efectos por los cuales ayunar y la limpieza de nuestro aparato digestivo es clave para fomentar la mejora de la actividad cerebral en varios aspectos, incluyendo la disminución de las tendencias depresivas.
Ahora, a nivel práctico, te contamos más beneficios mentales concretos que se pueden sentir al realizar un retiro de ayuno supervisado, como complemento ideal de tratamientos y terapias específicas en personas deprimidas.
Ayunar para desconectar de esa espiral llamada rutina
Las prisas, la exigencia a la que nos sentimos sometidos, son un factor añadido de tensión, de sentimientos negativos y de sensación de culpa por la incapacidad de encajar en esa rueda que gira sin cesar, sobre todo cuando uno no se encuentra bien. A las personas con depresión les sucede y seguir en esa espiral de malestar sin freno, puede ser un auténtico suplicio.
Poder parar de esa presión y encontrar un momento para uno mismo, es lo que un retiro de ayuno puede aportar, porque primero de todo, te fuerza a desconectar de tu rutina, si o si.
Relajarse y redirigir la energía con el ayuno
Una vez que se para, hay que relajarse. Es un proceso que cada persona vive de manera distinta, pero el ayuno desencadena esta respuesta natural al estrés en el cuerpo, al igual que lo hace el ejercicio.
Además, lo que sí es cierto y común a todos es que dejar de comer durante un tiempo limitado permite a nuestro cuerpo tener más energía para alimentar a nuestra mente, ya que no gasta energía en la digestión.
Es por eso que durante un buen retiro de ayuno controlado, es muy importante combinar el acompañamiento psicológico con actividades que favorezcan la liberación de estrés y fomentan el relax, como el yoga o el senderismo y eso contra la depresión, también ayuda.
Ayunar es volver a conectar y mirar hacia dentro
Cuando se para y logramos relajarnos, el ayuno lleva sin duda a reencontrarse. Desacelerar el ritmo de nuestra rutina nos regala más tiempo para reflexionar, pensar, dormir, leer, escribir etc…en definitiva, poner foco en nosotros mismos y disfrutar del privilegio de tener tiempo para observarnos con tranquilidad y paz interior.
Es por eso que también es vital que el entorno donde hacer un retiro de ayuno permita el silencio, la desconexión y el contacto con la naturaleza. Eso mismo, en casos de depresión está comprobado que ese espacio de conexión con la naturaleza provoca mejoras en los niveles de serotonina y bienestar.
El ayuno mejora la claridad mental
Se ha relacionado en numerosos estudios científicos la relación del ayuno con “un mayor nivel de vigilancia”, y es que además de mejorar el estado de ánimo, también se logra una mejora evidente de la claridad mental. En el libro de Mi Ayuno también encontrarás información más detallada al respecto.
El ayuno fomenta la utilización de cetonas como combustible en el cerebro. El metabolismo de las cetonas produce muchos menos radicales libres, o especies de oxígeno reactivo, las cuales al acumularse dañan el funcionamiento de las células, en este caso las neuronas.
Así que con menos daño celular, la energía a disposición del cerebro durante el ayuno una vez pasados de 3 a 4 días, es mayor de la que dispone habitualmente. Y, por tanto, un cerebro con más energía es un cerebro más eficiente, y un cerebro más eficiente encuentra con mayor facilidad soluciones a posibles problemas a los cuales se enfrenta una persona.
Ralentizar el envejecimiento del cerebro ayunando
Como adultos todavía podemos regenerarnos y generar nuevas células cerebrales, y el ayuno es motor de fuerza para lograrlo, debido a la autofagia y a la creación de cuerpos cetogénicos, es posible que nuestro cuerpo pueda crear células nuevas eficientes que destruyan las viejas ineficientes.
Y hay que recordar que la claridad mental y el funcionamiento activo del cerebro, combaten la depresión.
Aumentar con el ayuno los niveles del Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (FNDC)
El Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro es una proteína crucial para las habilidades cognitivas. Su deficiencia está asociada con muchas formas de desórdenes mentales, y el aumento en su producción por el contrario se relaciona con mucho mejor funcionamiento cerebral, incluyendo reducción de la depresión.
Estos niveles también aumentan con el ejercicio, por eso decimos siempre que es muy importante que el ayuno vaya siempre acompañado de actividad física, porque mejora el rendimiento aeróbico muscular, favoreciendo una mejor oxigenación de los tejidos y ayudando a las fibras musculares a producir más energía, mejorando el estado de ánimo en general.
Echa un vistazo a este interesante artículo sobre el ayuno estratégico, o sea, hacer deporte en ayunas y sus enormes beneficios
Es por todas estas razones de peso que el ayuno puede ser hoy en día un gran apoyo para todo tipo de tratamientos contra la depresión, sobre todo la de carácter leve.
Porque un buen ayuno supervisado afecta de manera positiva a nuestro sistema digestivo “el segundo cerebro”, elemento vital para fomentar tanto los niveles de producción de serotonina que nos permitirá aumentar nuestro bienestar y equilibrio interior, así como paliar los efectos secundarios de los tratamientos habituales contra la depresión y mejorar sus síntomas.