Retiro de ayuno meditativo con Sylvia Comas: “Si tienes miedo, tráelo contigo”.
Descubre en esta entrevista la sinergia entre ayuno y mindfulness, los fundamentos de esta práctica milenaria y todo lo que puede hacer por ti de manos de una profesional pionera en España. Sylvia Comas es instructora de mindfulness y meditación, además de la fundadora de Mindfulness con Corazón. Durante el próximo mes de septiembre, conducirá, junto a nuestro equipo, el Retiro de Ayuno Meditativo en el Balneario Rocallaura.
Leyendo sobre tu trayectoria, Sylvia, llama la atención tu propio cambio personal, en el que pasaste de desarrollar tu actividad en el ámbito corporativo a dedicarte plena y profesionalmente al mindfulness y la meditación. ¿Hubo algún acontecimiento en tu vida catalizador de este cambio?
En mi caso, más que un cambio brusco, fue más bien un proceso paulatino. Es cierto que me dedicaba a una actividad corporativa caracterizada por grandes cantidades de estrés y en la que, además, observaba elementos que no terminaban de encajar con mi manera de entender el mundo. De forma paralela, casi por casualidad, comencé a practicar yoga a comienzos de los 90, cuando todavía era una actividad minoritaria en España. Mi primera impresión fue que el yoga me ayudaba a gestionar mejor mis propias situaciones de estrés y que tenía un impacto muy positivo en mi vida.
El yoga me ayudaba a gestionar mejor mis propias situaciones de estrés, y comprobé que tenía un impacto muy positivo en mi vida.
A partir de ahí, quizá motivada por una pérdida personal pero también por el deseo de profundizar en prácticas que me permitieran conectar mejor conmigo misma, me introduje en la meditación zen. De algún modo, percibo aquellas primeras experiencias como las semillas que me condujeron, más tarde, a realizar un curso de MBSR (Mindfulness based Stress Reduction) y empezar a establecer las conexiones entre mi biografía personal, la práctica de la meditación y mi deseo de seguir adquiriendo herramientas que me permitieran vivir una vida más consciente, plena y feliz.
Tras formarme como instructora de mindfulness en Estados Unidos, finalmente decidí pasar página y dedicarme profesionalmente a esta actividad con el fin de compartir mi experiencia con otras personas.
Puede que para los no iniciados en el mindfulness resulte complicado hacerse una idea de las distintas escuelas y aproximaciones. ¿Cómo podríamos explicarle a la gente tu propio enfoque sobre la meditación y la existencia consciente?
Mi enfoque siempre está basado en lo que a mí me sienta bien. Al final, lo que llevo haciendo durante años es compartir lo que a mí me ha ayudado en mi propia vida. A veces, cuando doy charlas de introducción al mindfuless, le explico a la gente que, a pesar de que he tenido la mejor educación formal posible a la que era posible acceder en España, hay muchas cosas que no me han enseñado.
Por ejemplo, cómo manejar las emociones aflictivas, de qué manera cuidarme más y cómo conectarme de manera más efectiva con las cosas que me importan. Esos aspectos son los que conforman tu columna vertebral, más que el conocimiento intelectual. Recuerdo que una persona que vino a un curso explicaba que lo que realmente quería aprender era a ser mejor persona y a sentirse satisfecho consigo mismo. Nada de esto se aborda en la educación.
Mi enfoque siempre está basado en lo que a mí me sienta bien
En mi caso, el hilo conductor siempre ha sido preguntarme cómo podía compartir con otras personas la gestión que he hecho, por ejemplo, de mis propios procesos de duelo o sufrimiento desde una perspectiva integradora. Un instructor de mindfulness simplemente es alguien que se ha internado muchas veces en una montaña y acompaña a otros en sus primeros pasos. No es posible afirmar que una aproximación es mejor que la otra, puesto que esa montaña siempre es diferente, tanto para ti como para tus alumnos.
¿Recuerdas el caso de algún alumno cuya historia te haya impresionado o sea suficientemente ilustrativa de lo que implica iniciarse en el mindfulness?
Sí, hubo un caso reciente de una persona que realizó un curso de MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) que, al cabo de unas semanas, expresó que se había dado cuenta de que vivía una vida muy rutinaria. Por algún motivo esta sensación era más intensa los fines de semana. Por medio del trabajo que hicimos, se dio cuenta de que, bajo los comportamientos automáticos que conformaban esa rutina, lo que había era sencillamente miedo. De forma paralela, comprendió que había vivido desconectado de su familia sin llegar a ser consciente de ello. En virtud de todo eso, se le abrieron nuevas vías de pensamiento y empezó a preguntarse cosas nuevas acerca de sí mismo y su relación con los demás.
Otro caso es el de una mujer que llevaba un tiempo meditando y, por algún motivo, siempre llegaba tarde a las sesiones. No era un día o dos, sino que lo hacía sistemáticamente, como un hábito. Al término de un retiro, hubo un momento bonito en el que expresó que ese patrón, de alguna manera, estaba sustentado sobre su creencia de que llegar tarde era una expresión de su propia libertad. Sin embargo, comprendió que ese comportamiento, en realidad, no le aportaba ningún beneficio y era fuente de malestar. Cuando esta persona extrapola esto a toda su vida, entiende que parte de ésta se ha basado en creencias erróneas y encuentra el modo de cambiar.
Finalmente, ¿qué puede esperar alguien que acuda al Retiro de ayuno meditativo que próximamente realizarás con Mi Ayuno?
Cuando haces un ayuno, normalmente, aparecen muchas emociones y pensamientos que, a causa de la relación que tenemos habitualmente con la comida, no son fáciles de detectar en nuestra vida diaria, No siempre comemos por hambre. Por el contrario, muchas veces comemos de manera emocional y excesiva, lo que explica la creciente incidencia de problemas como la obesidad.
De forma paralela, comprendió que había vivido desconectado de su familia sin llegar a ser consciente de ello
De este modo, cuando en un ayuno suprimimos la comida, estos problemas de tipo emocional quedan al descubierto. Es ahí donde el mindfulness establece su sinergia con el ayuno: entendiendo y proporcionando herramientas para gestionar esas emociones negativas que muchas veces acallamos con la comida.
La pregunta es: ¿cómo podemos darle forma a todo lo que va a surgir de nuestro interior por medio del ayuno? Y cualquiera que venga al Retiro de ayuno meditativo va a poder encontrar su propia respuesta a esa pregunta. Es una ocasión de cuidarse, de parar, de volvernos hacia nuestro propio cuerpo, de observarnos como un todo en el que el corazón es tan importante como el cuerpo y la mente. Y además, de hacerlo en un entorno seguro y rodeado de profesionales con mucha experiencia en este tipo de procesos.
Es normal que algunas personas sientan inseguridad antes de embarcarse en este Retiro de ayuno meditativo. Pero esa es la clave: si tienes miedo, tráelo contigo. Con nuestra ayuda y la del grupo de ayuneros, aprenderás a gestionar esas emociones negativas, no solo durante el retiro, sino también en tu vida.